Protege contra la degeneración macular
El consumo regular de higos previene la degeneración macular. Comer, por lo menos, de 2 a 3 porciones de higos al día puede reducir y combatir significativamente este problema que afecta especialmente a los adultos mayores de 60 años.
Reduce el riesgo de problemas cardiovasculares
Los higos contienen cantidades importantes de omega 3 y 6 que, junto con el potasio, permiten combatir diferentes problemas de salud relacionados con el sistema cardiovascular, como es el caso de la hipertensión arterial, riesgo de ataque cardíaco o problemas coronarios, entre otros.
Ayuda a prevenir la diabetes
A pesar de ser un alimento que contiene azúcares naturales, un reciente estudió demostró que las personas que consumen higos con regularidad tienden a tener niveles de azúcar en la sangre más controlados en comparación con quienes no los consumen. En general, este fruto, junto con sus hojas, reduce la necesidad de insulina, razón por la cual se recomienda para personas con diabetes.
Actúa como un laxante natural
Como ocurre con otras frutas, los higos ayudan a promover la buena digestión gracias a su contenido de fibra y suave efecto laxante. Además, las semillas naturales que contienen promueven la eliminación de toxinas acumuladas en el cuerpo.
Previene la anemia
Por su aporte de hierro, los higos se han popularizado como un buen alimento para prevenir y reducir la anemia. El color profundo del fruto se debe en gran parte a su contenido de hierro, componente que es esencial en el tratamiento de esta enfermedad.
Reduce la inflamación
El higo también tiene propiedades antiinflamatorias que reducen dolores e inflamaciones en diferentes áreas del cuerpo. De igual manera podría ayudar a tratar las úlceras estomacales y, aplicado tópicamente, puede reducir inflamaciones cutáneas.